Estos carteles tienen una finalidad disuasoria. Su misión es indicar que una vivienda está protegida con una alarma. La intención es que los delincuentes se inhiban de intentar robar, ya que saben de antemano que una alarma puede grabarlos. Es decir, se procura evitar el robo y los daños devenidos.
Usualmente, estas placas disuasorias se colocan en la intemperie. Además, su material predilecto es el PVC; aunque hay algunos manufacturados con pegatinas de vinilos. Como es de suponer, se hacen con colores llamativos. La intención es incrementar su visibilidad. También, son muy fáciles de leer. Se diseñan con tipografía sencilla y de gran tamaño. En el caso de usar iconos, estos son siempre muy reconocibles.
¿Qué información poseen estos carteles? En primera instancia, advierten de la presencia de una alarma. Igualmente, pueden tener el contacto de la empresa que ha instalado el sistema de vigilancia. A su vez, números de emergencia como el de la policía.
¿Dónde se colocan estos carteles?
Curiosamente, hay personas que prefieren no colocar de manera evidente que poseen estas placas. La verdad, la intención es precisamente advertir que se posee este sistema de protección. La idea es que los delincuentes se sienten inhibidos de intentar un robo pues quedarían grabados o la alarma los delataría.
No es nada complicado colocar estos carteles. En dado caso, es importante saber dónde ubicarlos. Para que sean realmente efectivos hay que elegir un emplazamiento adecuado.
Si la vivienda se encuentra en un entorno urbano, todo parece indicar que lo mejor es ubicar la fachada. También, en la puerta del garaje. Asimismo, en todos los puntos de acceso al inmueble. Básicamente, hay que indicar que se posee una alarma. También, si se tiene cámaras de seguridad. Dejar en claro las consecuencias de que la alarma se active.
En cambio, si la vivienda se ubica en zonas rurales lo mejor es colocar las placas en las verjas que delimitan la propiedad. Igualmente, colocarlos en la vivienda central. Muchas veces, los delincuentes se animan a saltar las verjas perimetrales. Cuando están frente a la vivienda, también es necesario tener carteles disuasorios.
¿Colocar un cartel de este tipo sin tener una alarma?
Mucha gente opta por esta alternativa. A decir verdad, no es nada recomendable. Ocurre que estos carteles tienen identificación de la empresa que tal el sistema de seguridad. Cuando son falsos, no tienen estos detalles. Por tal motivo, los delincuentes suelen detectar con facilidad un cartel que no es auténtico.
Por otra parte, tener un cartel de este tipo sin el respaldo del sistema de seguridad es considerado delito. Se le considera una falsificación. Sobre todo, si este falso aviso copia señales distintivas de empresas de seguridad sin pedir su permiso.
Sumando todas las razones antes aludidas, lo mejor es no caer en el error de colocar un cartel sin la respectiva alarma. Además, se trata de un mal precedente. Los delincuentes pueden empezar a sospechar que estos carteles son falsos en su totalidad. Esto tiene como consecuencia que se pierda la capacidad disuasoria de estos implementos. Por ende, paulatinamente se va perdiendo la capacidad de los carteles para evitar que los delincuentes fuercen puertas o ventanas.
¿Sirven realmente los carteles de tipo disuasorio?
La intención es evitar el ataque a la vivienda. Es decir, una alarma se activa luego que los delincuentes han dañado puertas y ventanas y quizás se han llevado algo. En realidad, lo mejor es evitar esta situación. ¡Y para ello lo ideal es que el delincuente se inhiba de acometer alguna fechoría!
Las estadísticas demuestran que estos carteles si son útiles. El porcentaje de las viviendas que son víctimas de hurto es menor cuando exhiben estas marcas de alarmas en sus fachadas.